jueves, 30 de mayo de 2013

Semillas de Conciencia II

Si miramos detenidamente a una flor podemos darnos cuenta de que está camino de convertirse en abono. Si miramos de la misma manera al abono podemos ver en él el germen de nuevas flores. 

Un buen jardinero sabe apreciar al abono lo mismo que
aprecia a las flores, porque sabe transformarlo. 


Dentro de nosotros hay flores y hay abono, pero sólo queremos flores. No nos damos cuenta que sin el abono las flores cada vez surgen más débiles. Lo mismo nos pasa con las emociones. Vivimos en una sociedad que sólo quiere placer,  cueste lo que cueste. Pero el hecho de ignorar nuestros dolores o bloqueos no significa que no estén ahí. 

Rechazamos nuestras percepciones, nuestras emociones o nuestras sensaciones corporales -sobre todo las que juzgamos como desagradables-. Las emociones llaman a nuestra puerta para entrar pero a mí no me apetece estar triste, frustrada o enfadada en ese momento. Así que las cierro la puerta y las impido que entren. Como explica el monje zen Thich Nath Hanh, dentro de nosotros hay un niño herido que necesita ser sanado. El niño llama incansablemente a la puerta de nuestra mente consciente, pero continuamente le cerramos la puerta. Así que cada vez grita más fuerte.  Cada vez que tenemos unos minutos libres tratamos de tener nuestro salón ocupado con cualquier cosa, la tele, el teléfono o cualquier otra cosa con tal de no prestar atención a aquello que nos desagrada. El niño termina por llamar nuestra atención con síntomas físicos, como dolores de estómago o de cabeza. 

La energía del Mindfulness

La próxima vez que tu niño interior llame a la puerta,  por ejemplo en forma de tristeza, puedes invocar a la semilla del Mindfulness. El resultado es la Conciencia Plena de la tristeza y los pasos necesarios son:

1. Reconocer: El primer paso es abrir la puerta con la intención de cuidar de nuestro niño interior herido y decir ¨¡Aha!, estoy sintiendo tristeza, está aquí, es esto...¨

2. Aceptar: Se trata de abrazar la tristeza, crear un espacio dentro de mí donde la tristeza pueda manifestarse. Explorando con la curiosidad de un observador imparcial todas sus características y detalles.

3. Acompañar: Estar presente con ese estado acompañándole con la respiración. Esto tiene el poder de suavizar y transformar lo que estoy viviendo. 

4. Hacer ésto cada vez que tengas ocasión. Hasta ahora hemos abandonado a nuestro niño interior herido durante muchos años. Ahora se trata de abrazarle cada vez que tenga ocasión.

¨El Mindfulness es una lámpara que se enciende con la Respiración¨

Nuestra conciencia necesita limpieza como nuestro cuerpo físico la ducha diaria. Cada vez que les damos una ducha de Mindfulnessa a nuestros dolores o bloqueos, a nuestras ¨espinas clavadas¨, los estamos transformando.


Adaptado de la obra de Thich Nhat Hanh. Maestro zen pionero en la introducción del Mindfulness en Occidente.




martes, 28 de mayo de 2013

Semillas de Conciencia I



Imagínate la Conciencia como una casa de dos plantas:

La primera es la Mente Inconsciente o Conciencia Almacén. Ahí están todas nuestras experiencias pasadas en forma de semilla. Aquello que hemos hecho, pensado o sentido a lo largo de nuestras vidas.

La segunda es la Mente Consciente, que es nuestra Conciencia Ordinaria     y podemos representar como un salón.


Las formaciones mentales como el enfado, el miedo o la crítica descansan en nuestro Inconsciente o Conciencia Almacén en forma de semillas. Tenemos semillas de desesperación y sufrimiento y semillas de amor y comprensión. Tenemos semillas de todas las experiencias que hemos vivido e incluso de las que no hemos vivido.


Las semillas están ahí hasta que oímos, vemos o pensamos algo que dispara la semilla a brotar en nuestra Mente Consciente. Otra forma de ejemplificarlo es como cintas de vídeo. Cuando un estímulo dispara uno de estos estados, por ejemplo el enfado, la cinta de vídeo del enfado entra en nuestro salón. Si una vez ahí yo me siento a ver la película del enfado una y otra vez, el enfado vuelve como una planta fortalecida a la Conciencia Almacén, de manera que cada vez es menor el estímulo necesario para que yo me enfade.


La mayoría de nuestro tiempo vamos por la vida en Piloto Automático, que es como ir inconscientemente mientras la Conciencia Ordinaria está pensando en cualquier cosa. Por ejemplo cuando vamos conduciendo nuestro Inconsciente se encarga de que lleguemos a casa sin chocarnos mientras nuestra Mente está ocupada rumiando nuestros problemas. Ahí la Mente y Cuerpo están desconectados y somos vulnerables a los efectos de la mente: toda semilla de sufrimiento es bienvenida para hurgar en nuestras heridas. 


¨Somos responsables de lo que cultivamos en nuestras vidas a través de las semillas que alimentamos con nuestra atención¨

Por ello, tenemos el poder de elegir cómo queremos que sean nuestras vidas desde el momento en que podemos elegir a qué estados le prestamos atención. Si en la mayor parte de mi día le dedico mi atención y mi energía al enfado, si paso la película del enfado una y otra vez en mi Conciencia Ordinaria, esas serán las plantas que estaré nutriendo y eso será lo que viviré mañana. Si por el contrario le presto atención a la comprensión y a la serenidad, eso será lo que seré mañana.

Pese a esto, también tenemos la responsabilidad de sanar nuestras propias heridas y podemos hacerlo de manera fácil a la luz del Mindfulness... (Continúa )











viernes, 10 de mayo de 2013

La Respiración es Vida... ¡¡ Respira !!

Venimos a la vida con un aliento y nos vamos de la misma manera. Me gusta imaginarme la respiración como un delicado hilo que une todas las experiencias de nuestra vida desde el nacimiento hasta la muerte. En el espacio que dejan entre sí estos dos acontecimientos ella nos acompaña siempre; permaneciendo ahí, de manera silenciosa como una fuente inagotable. Pero ¿le prestamos la atención que merece?.


 La Respiración y nuestros estados emocionales están interrelacionados. ¿Te has dado cuenta de que cuando te enfadas tu Respiración se torna corta y superficial?. De la misma manera se vuelve rápida cuando nos excitamos y se detiene cuando nos asustamos. En el otro extremo de esta relación podemos apreciar cuando respiramos mal nos sentimos emocionalmente peor. 



Beneficios de hacerlo bien

- Estimula la circulación sanguínea
- Estimula la eliminación de toxinas por parte de riñones e intestino
- Estimula de forma refleja el Sistema Nervioso Parasimpático, con lo que conlleva a un   
  estado de relajación muscular y una disminución del los niveles de estrés o ansiedad
- Retrasa el envejecimiento de la piel y favorece su luminosidad gracias a la oxigenación
- Favorece la eliminación de grasas y disminuye la necesidad de ingerir alimentos


Cómo hacerlo
Para empezar puedes observar la manera en cómo respiras sin intentar cambiar nada. Simplemente date cuenta de cómo el aire entra en tu cuerpo y cómo sale. Si te das cuenta de que respiras por la boca intenta hacerlo por la nariz. A excepción de algunas técnicas puntuales que ya iré explicando respirar por la boca es tan perjudicial como comer por la nariz. 
Continúa con tu atención a tu Respiración en todo su recorrido desde que el aire entra con la Inspiración hasta que sale con la Espiración. Trata de identificar las 4 fases de la Respiración: Pausa- Inspiración- Pausa- Espiración.

Esto se llama Mindfulness de la Respiración y es el primer paso para comenzar a relacionarnos con la Respiración de otra manera y entrenar nuestro potencial de Respirar de manera plena.